Desde luego, aunque lo parezca, esta entrada al blog NO viene a cuento por algunos comentarios de índole un tanto ‘machista’ con que nos ha brindado algún político de turno estos últimos días. NO. Tengo en mente comentar varios libros sobre running que he leído estos últimos meses, pero este libro que cayó en mis manos hace un tiempo y merece -cuando menos- una entrada para él solito, aunque no es de running, sino de CICLISMO! 😀
Hace unos años, mi compañera de fatigas ciclistas Amalia (pobre, no la dejo en paz en ninguna entrada! jajajj) me dijo que tenía un libro que se titulaba ‘Ciclismo para mujeres’. Solo el título ya me puso en alerta… ‘Ciclismo para mujeres’? Pero pero pero… a ver! Hay un ciclismo especial para mujeres? Una forma de ir en bici diferente? Unas rutas diferentes? Un color de casco diferente?
Ya la frase de Amalia al nombrarme el libro fue premonitoria de lo que me encontraría luego. Me dijo con rostro serio: ‘Elena, me avergüenzo de ese libro’ ¿Recuerdas, Amalia? Jajajjjajaj Aún me estoy riendo de tu cara… 😛
El libro se compone de cinco capítulos con los que han querido tocar todos los temas, tales como ‘El poder del ciclismo’, ‘Hecho para mujeres’, algo de mecánica, el ‘organismo’ particular de las féminas y un curioso capítulo titulado ‘Oportunidades’.
En el libro se hace un poco de historia del ciclismo en las mujeres, de las dificultades que tuvieron que superar para que hoy día sea ‘algo normal’. Al principio, el equipamiento para el ciclismo femenino estaba pensado para mantener el ciclismo de la mujer dentro de unos límites y desviar las críticas (MADREDELAMORHERMOSO!!).
Fue a finales del siglo XIX cuando las mujeres se lanzaron al uso de la bici, porque vieron que el ciclismo no solo iba a ser un ‘ir y venir’, sino que forzaría a reformar la manera de vestir (quitarse el corsé, llevar faldas-pantalón, etc). Tanto es así que algunas la llamaron ‘herramienta de poder’. Y claro -como no podía ser de otra forma- donde las mujeres vieron LIBERACIÓN, los conservadores vieron AMENAZA. Alguna que otra barbaridad que os podéis imaginar se dijo.
Personalmente veo bien que se haga una diferenciación en los aspectos que realmente son diferentes, como que una mujer (a no ser que seas una fuera de serie, QUE LAS HAY, y no es precisamente mi caso) es difícil que coja el mismo nivel que un hombre, por constitución y por musculatura, con un similar entrenamiento. Aunque esto puede parecer una generalidad, no lo es tanto. O que la ropa, sobre todo los culottes, resultan mucho más útiles y cómodos si llevan una badana más propia de nuestra anatomía que la de un hombre (más badana en la parte del culito y menos en la delantera! que con los culottes de chico la badana te viene de babero!!). O bicis que ofrecen hoy día casi todas las marcas con una forma del cuadro algo distinta (manillar más estrecho, cuadro más corto, sillín más ancho…)
Según el libro, por lo visto, el ciclismo en las mujeres no estaba bien visto hace unos años, ya que los hombres ‘sospechaban’ (esas mentes….!!!) que por las características del deporte y de nuestra anatomía, ir en bici era, cuanto menos, PLACENTERO! Chicas… os imagináis subiendo el Oronet (sin levantarse del sillín, claro, ;)) una y otra vez con una sonrisa de oreja a oreja??? 😀 😀 😀 A que no os lo imagináis? Yo tampoco.
Todo esto, en el libro nos lo explica en un sugerente apartado titulado ‘Sexo en el sillín’, en el que dice que salieron docenas de artículos médicos que atacaban el ciclismo no sólo porque probablemente masculinizaría a las mujeres, sino porque también era una amenaza para la pureza sexual (ay madre!). Tal y como escribió un doctor, ‘el sillín puede inclinarse según el deseo de cada cual…en este sentido se podría formar una concavidad pronunciada que se ajustaría perfectamente a la vulva hasta la parte delantera, causar una constante fricción sobre el clítoris y labios….’ etc etc etc ‘ Bueno, y ya os dejo a la imaginación todo lo que sigue a estas palabras. Resulta terrible pensar que estuvieron ‘estudiando’ si la fricción del sillín provocaría esto o lo otro en las mujeres… y hasta un doctor se ‘preocupó’ de imaginar el movimiento constante a la hora de pedalear y ponerse en la piel de la ‘fémina’ y llegar a la conclusión de que eso generaría un enorme placer. Ay pillín!!!
Los fabricantes de sillines modificaron la forma de los mismos para eliminar ‘el contacto con los genitales’, porque claro, ellos querían vender bicis y sillines! Aquí cada uno a su tema!
En algún otro capítulo también se habla de que ‘es aconsejable, si se rueda en solitario, llevar camisetas o jerséis sueltos y pantalones cortos anchos’ para no provocar al personal! Y el pelo… se ‘aconseja llevar el pelo largo dentro del casco o debajo de la chaqueta’. Vamos, que lo de la aerodinamicidad y la comodidad (no hay nada más cómodo que ropa de bici ceñida) les importaba un pepino, en tal de que las mujeres ni fueran provocando, ni se salieran de lo propio.
En fin. Sin palabras me quedé leyendo todo esto, la verdad.
Por un lado ya me resulta curioso que los hombres se preocuparan de si el ciclismo en las mujeres era algo más placentero que deportivo. Que eso les preocupara ya es preocupante. Y segundo, que se llegara a la prohibición ¿Precisamente por eso? ¿Porque se supone que ‘da placer’?
En algo sí estoy de acuerdo es en que cuando haces ciclismo, seas mujer o seas hombre, tienes una sensación MUY PERO QUE MUY PLACENTERA. Pero no por motivos onanísticos, sino porque es un deporte maravilloso. Que nunca me cansaré de aconsejar y de practicar. Porque te da libertad, te agota, te resetea, te deja nuevo. Y no solo eso, sino que SIEMPRE QUIERES MÁS. :d
A ver si vamos avanzando y todas estas ideas peregrinas van desapareciendo de esas masculinas y ‘algo enfermas’ cabezas. Una mujer no es más ni menos por ir peor o mejor que un hombre en bici. Ni al contrario! Que se han dado casos de hombres que piensan que si les gana una mujer subiendo un puerto ya es causa de vergüenza!!!
Aunque tengo muchas ciclistas ídolas, a las que admiraba y admiro, como Joane Somarriba o Anna Sanchis (valenciana que está en primera línea del ciclismo, pero que ha tenido que emigrar a Inglaterra para poder triunfar en el equipo Wiggle!!!), y por qué no a todas esas mujeres que cada día más, vamos poblando las carreteras con nuestras bicis… 😀 😀
Chicas! Nos vemos pedaleando!